Reseña: Las tres caras de la luna

Título: Las tres caras de la luna

Autor: Sally Gardner

Editorial: Nube de tinta

Precio: 14.95€

Nº de páginas: 208

ISBN: 9788415594086

Autoconclusivo

   Pero no lloré. Yo nunca lloro. ¿De qué sirve llorar? El abuelo dice que, si se pusiera a llorar, lo mismo ya no podría para; había demasiadas cosas en la vida por las que llorar.

   En Madre Tierra no se canta, en Madre Tierra todo es sombra, en Madre Tierra se premia a los delatores y desaparece sin dejar rastro cualquier enemigo de la Patria. Sus habitantes viven bajo el yugo del opresivo y despiadado régimen dictatorial que controla y dirige cada uno de sus pasos, están acostumbrados a hablar entre susurros, a recelar de los vecinos, a los continuos cortes de luz, y ya ni se asustan cuando oyen el toque de queda. En Madre Tierra, la fantasía es la única vía de escape. Pero Standish no se rinde, sabe que más allá de las infranqueables y herméticas fronteras de su país, tiene que existir otro mundo, un mundo donde la libertad y la verdad no sean solo sueños imposibles sino una maravillosa realidad.

   Qué queréis que os diga, nací en un mundo de pesadilla, esa era la puñetera verdad. La única vía de escape era la fantasía. En mi fantasía hay croca-colas, Cadillacs. Hay un planeta llamado Juniper, y un Héctor que nos rescatará a todos.

   Patria es un régimen dictatorial dividido en zonas. En la zona 7 se encuentra Standish, un chico soñador de 16 años que verá en la fantasía un modo de escapa de esta realidad en la que le ha tocado vivir, donde existe una distinción entre puros e impuros, donde la violencia es el modo de gobierno, donde no importa nada sino sobrevivir aunque para ello tengas que delatar a quienes te rodean.

   La historia está narrada a través de breves capítulos que pueden incluso albergar unas diez líneas y está  contada en primera persona por Standish quien no sabe leer ni escribir por lo que relata los hechos como si contase una historia en voz alta. Esto le aporta una gran espontaneidad pues nos transporta continuamente de uno a otro lado de sus pensamientos alternando el presente y el pasado, introducido por flashbacks. Sabemos tanto como él nos quiere contar y esto hace que en ocasiones estemos confusos hasta que, de pronto, retrocede en el tiempo colocando el eslabón perdido.

   Standish es un personaje menospreciado. A simple vista destaca por poseer un ojo de cada color, lo que es considerado una tara. Además no sabe leer ni escribir por lo que dicen que “Standish Treadwell es tonto a morir”, incluso él lo cree. Sin embargo, conoce muchas palabras y aunque algunas de ellas se las inventa como cracataz, croca-cola, jobar logra expresarse dotando a las palabras de una fuerza admirable.

   Es un personaje, sin duda, muy peculiar pues aunque parezca inocente es tremendamente maduro y nos muestra destacables reflexiones. Su inteligencia y madurez son las que le hacen ver que la fantasía es lo único que puede ayudarle a escapar y lo único que no le puede ser arrebatado.

   Además, posee una gran valentía; algunos lo describirían como temerario, yo considero que es un luchador innato que no puede sino aspirar a acabar con la opresión que lo rodea.

   El abuelo no ha sido un personaje con el que haya conseguido conectar pero sí con Héctor, que al comienzo llegué a pensar que se trataba de un amigo imaginario de Standish, un modo de encontrar la fortaleza, pero me equivoqué. Héctor sí que es verdad que posee una gran fortaleza, es muy protector pero también muy real.

   Sally Gardner emplea numerosos símbolos y metáforas como puede ser La Granja de los Gusanos para referirse a diferentes realidades con una apariencia más fantasiosa liberándolas de ese componente cruel y despiadado que realmente encierran. Además, a lo largo de la trama va reflejando diferentes episodios históricos, en ocasiones de un modo más directo y en otras recurriendo a metáforas o símbolos como decía antes.

   Cuando iba leyendo aproximadamente la mitad del libro  me extrañaba el hecho de que el libro no poseyera una trama muy consolidada pero poco a poco me di cuenta de que lo importante no era realmente lo que pasaba sino cómo lo afrontaban los personajes y cómo luchaban contra su destino, contra la coacción de su libertad.

   Algo que me ha sorprendido gratamente es el realismo del que hace gala, cómo logra transmitir las escenas más violentas y crudas y provocar tal impacto en el lector.

   En cuanto al final. Sin palabras me dejó.

   En definitiva, “Las tres caras de la luna” es una historia especial donde lo simbólico, lo fantástico y lo real conviven en armonía en la mente de un chico que sueña con vivir en otro planeta y aspira a alcanzar la libertad coaccionada por un sistema dictatorial demagogo y violento. Un libro que llama a la lucha por la libertad.

   Se me ocurrió entonces que el mundo está lleno de agujeros, agujeros por los que podías caer y nunca más ser visto. No entendía que hubiera diferencia entre desaparecer y morir. Las dos cosas me parecían lo mismo, las dos dejaban agujeros tras de sí. Agujeros en el corazón. Agujeros en la vida.