Título: Que el amor nos
salve de la vida
Autor: David Escamilla
Editorial: La Galera
Precio: 16.95
Nº de páginas: 353
Autoconclusivo
Elena tiene 19 años y acaba de obtener el puesto de becaria de El show de Luca,
un joven de 30 años, presentador televisivo, con fama de rompe corazones. Al
principio, ella se muestra distante y reservada con su jefe, pero pronto se
enamorará de él, cuando descubre que tiene un pasado terrible que le hace
sufrir. Elena y Luca vivirán una historia de ida y vuelta, en la que el
enamoramiento de los dos se enfrentará a toda clase de impedimentos.
Nunca nada va tan mal que no pueda empeorar.
Elena, estudiante de segundo año de periodismo, se presenta candidata para ocupar el puesto de asistenta en el Show de Luca. A pesar de competir con otra chica que dominaba idiomas y recursos, sorprendente e inexplicablemente sale elegida. El irresistible jefe, Luca, es todo un rompecorazones que caza presas débiles a diestro y siniestro aunque en el fondo tiene su corazoncito y un pasado tortuoso. Elena pretende no caer en sus redes pero… ¿A que no adivináis? Cae a la primera.
David Escamilla nos cuenta una historia
narrada a dos voces. Por un lado, desde el punto de vista de Elena que
escribe en primera persona en forma de diario haciendo esta parte
realmente desesperante debido a la actitud bipolar y estúpida de la protagonista.
La otra parte está narrada en tercera persona en la cual era de
agradecer no saber, en todo momento, qué piensa Elena.
Aunque el estilo del
autor no llega a ser cargante, realmente no he conseguido conectar con su escritura en ningún
momento. Además, había factores que hacía que la lectura me resultara
exasperante como el empleo de comas cuando deberían ir puntos o que Luca
llamara a Elena principessa (me ponía enferma)
La
relación entre los protagonistas es bastante inverosímil, precipitada
para ser tan apasionada y jurarse amor eterno y, en ocasiones, patética.
Pero eso es, sin duda, consecuencia de unos personajes aborrecibles hasta la
saciedad.
Para comenzar, Elena es
una chica algo ingenua e inocente que es lo que llama la atención del
cazador Luca. Sin embargo, a mi más bien me ha parecido un personaje
infantil hasta la saciedad. Se nos hace creer que tiene 19 años ja, ja, ja porque parecía que no pasaba ni los 14, por no añadir que es una
fantasiosa, que se crea un castillo de ensueño en las nubes y después se muere
de la tristeza cuando se cae. Pero la cosa mejora porque, a medida que trascurre
la historia, la pobre me iba pareciendo cada vez más patética, por Dios santo,
que le declara un apasionado, intenso e inmortal amor al primero con el que se
encuentra.
Sus amigas para no salirse de la
tónica son igualmente bastante intragables y plastas, por no hablar
de sus conversaciones por whats app que lo único que dejan entrever es lo
egocéntrica que es Elena y que lo único que le gusta es pavonearse delante de
ellas. Lo gordo es que ellas le siguen la corriente. En fin…
Con Luca, dentro de la que cabe, conseguí conectar algo más.
Es un personaje que ha sufrido en su infancia y la fama ha sido el modo de
huir de ello. Sin embargo, me ha parecido intolerable que utilice esa escusa para
hacer todas las estúpideces que hace a lo largo de la historia, que
tiene 35 años, no 19.
A medida que
avanzaba la historia cada vez me resultaba menos creíble todo, los personajes
me incordiaban más, por no mencionar que hay escenas y personajes que, en mi
opinión, se meten para rellenar páginas porque un vuelco interesante a la
trama, desde luego, no dan.
Aunque parezca que
todo es malo, que lo es, en ocasiones logró sacarme alguna que otra risa con las
ocurrencias de los personajes. Pero vuelvo con dos últimos puntos
negativos. Primero, los tópicos que están hasta debajo de las
piedras y… ¡la
hipocresía! Los personajes sufren por lo que les hacen pero ellos
van, y hacen lo mismo. ¿No es eso ser un estúpido hipócrita?
En definitiva, “Que el amor nos salve de la
vida” es un libro en el que se nos narra cómo Elena, asistente del jefe de un
show de televisión, logra encontrar los sentimientos que este pretende encerrar
tras una coraza, a través de una doble narración en primera y tercera persona.
Una historia plagada de tópicos, escenas inversímiles y absurdas y unos
personajes irritantes e intragables que harán de la lectura una experiencia, en
ocasiones, insoportable.
Dicen
que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta. ¿Por qué nos
empeñamos en dar tantos rodeos, vueltas y curvas? Eso hicimos nosotros:
convertimos algo sencillo en algo complicadísimo.
2 comentarios:
Me ha pasado lo mismo que a ti.
Un beso^^
Coincido totalmente contigo. Lo empecé y conseguí llegar la mitad, el resto se me ha atragantado y no sé si podré con él.
Besos!
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